El diagnostico del tricolor es más de lo mismo, la opinión publica le dio el beneficio de la duda a Juan Carlos Osorio, sin embargo, una vez más insidio en el resultado final de cara al quinto partido que nunca llego.

Dos juegos buenos y dos juegos malos, una actuación tan típica de México en los mundiales, primero todo pronóstico ponía a la Selección Nacional como víctima ante el Campeón del Mundo que decepciono en Rusia, incluso muchos daban por perdido ese encuentro, posteriormente ante Corea se pretendía tener mejor actuación, la cual fue en deterioro  a la primera, aunque es evidente que los Teutones no jugaron a ganar y los Asiáticos mostraban gran nivel, por último en la fase de grupos se esperaba un juego y planeamiento diferente por parte del Colombiano, no obstante en el juego ante los vikingos mando a los mismos hombres, puesto que el planteamiento debía ser diferente  ya que el equipo Sueco es un equipo defensivo y no ofensivo, aun así fue una goleada de 3-0. Sin duda la responsabilidad recae en el profesor Osorio que en este momento ya prepara maletas para regresar a México con su seleccionado.

Una copa del mundo que prometía mas con jugadores como Vela, Javier Hernández, Héctor Herrera, Jesús Corona entre otros, pese a la ausencia de elementos como Rodolfo Pizarro, Gallito Vázquez que no fueron convocados al Mundial de Rusia 2018 y que provocaron gran enojo y cuestionamientos de la afición, sobre todo porque estos jugadores tuvieron gran temporada y  quedaron fuera, habiendo podido ocupar el lugar de Rafa Márquez quien ya no cuenta con su mejor nivel, prueba de ello fue cuando en el segundo gol de Brasil en octavos de final fue responsable directo, quedando colgado en la línea, mostrando falta de explosividad, quedándose colgado y perdiendo la posibilidad de evitar el gol que liquidaría las esperanzas de México.