El mundo entero se encuentras consternado por la tiranía del recién llegado a la casa blanca, el Señor Donald Trump quien evidentemente carece de conocimiento en materia política, pero sobre todo de empatía y humanidad.

Diversas situaciones y circunstancias se dan alrededor del alarmante momento político del mundo, Estados Unidos el país más poderoso de la Tierra tiene como presidente a una persona insensible que desde su campaña mostro rechazo a otras culturas y razas, hablo sobre el terrorismo como si fuera un juego, comento que incluso el calentamiento global es un cuento Chino, si cuento chino porque señalo a los orientales como mentirosos por decir dicho suceso, entre otras cosas que espantan a miles de millones, por su parte en México vivimos una crisis que cada vez se agudiza, no solo crisis económica, laboral, sino también una crisis de valores, información y confianza, no obstante este momento no es casualidad, es responsabilidad de todos los que dejaron de ocuparse en décadas pasadas y de los actuales adultos y jóvenes que hemos perdido la esperanza.

Las crisis no solo tienen su lado negativo, también producen cosas sorprendentes, México es un país rico en recursos naturales, en gente trabajadora, sin embargo nuestra clase política se acabó a la gallina de los huevos de oro, Telmex, Ferrocarriles, Pemex y CFE fueron los pilares de nuestra nación que ahora solo son una bella historia de amor que quedaran para el olvido, lamentablemente los presidentes, diputados y cenadores se han repartido el pastel en pedazos muy grandes y ahora los Mexicanos solo nos hemos quedado viendo cómo se atascan en una fiesta a nuestras costillas.

Gasolinazos, alzas en productos de la canasta básica, nuevos impuestos y hasta expropiación de bienes son el pan de cada día de nuestro país, atropellos, chantajes, amenazas están reventando los lazos de credibilidad en la sociedad, sociedad que ya está harta y que a la primer provocación actúa con violencia sin medida, es momento de reflexionar y replantearnos como país, hacia donde vamos, pero sobre todo de dónde venimos para no repetir lo malo e idear soluciones.

L.C.C. CARLOS ORTEGA RAMOS

Twitter: @OrtCar