Debutará en México obra de teatro inspirada en ataque terrorista a bar gay

Por Ray Zubiri
 
La madrugada del 12 de junio de 2016 ocurrió un tiroteo en la discoteca gay Pulse, en Orlando, Florida, dejando 49 muertos y 53 heridos, una masacre autoría de Omar Mir Seddique Mateen, quien fue abatido en el lugar por la policía. El terrorista juró lealtad al Estado Islámico justo antes del ataque y el grupo asumió su autoría.
 
Esta tragedia es el segundo tiroteo con mayor número de muertes en la historia de Estados Unidos, fue el ataque con armas de fuego en ese país desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.
 
¿Qué fuerte, verdad?
 
Esta historia fue la que inspiro este exitoso melodrama de Guillermo Clua, el cual se ha convertido en un fenómeno internacional y ahora finalmente llega a México con el nombre de La golondrina, bajo la producción de BH5 Studios y Oscar Uriel, con las actuaciones de Margarita Sanz, Germán Bracco y Alejandro Puente.
 
“¿Qué es lo que nos hace humanos? De todo aquello que somos y hacemos, ¿qué crees que realmente define nuestra humanidad?” Para Amelia, una madre herida en lo más profundo de su alma, la respuesta está en el dolor. Lo que realmente nos hace humanos es la capacidad de sentir como propio el dolor de los demás. Eso es lo que nos diferencia de las bestias, dice. Y ese es el sentimiento que recorre la espina dorsal de La golondrina.
 
La obra reúne a dos personajes, Amelia y Ramón. La primera, una severa profesora de canto, recibe en su casa a Ramón, quien desea mejorar su técnica vocal para cantar en el memorial de su madre fallecida recientemente. La canción elegida tiene un significado especial para él y, al parecer, también para la mujer quien, a pesar de sus reticencias iniciales, accede a ayudar al joven alumno.
 
A medida que la clase avanza, los dos personajes van desvelando detalles de su pasado, profundamente marcado por un atentado terrorista de signo islamista que sufrió la ciudad el año anterior. El significado real de ese ataque, las motivaciones del terrorista y la alargada sombra de sus víctimas provocan un enfrentamiento entre Amelia y Ramón, que les lleva a descubrir la verdad sobre aquellos terribles acontecimientos.
 
Esa verdad les obliga a reflexionar sobre sus propias identidades, la aceptación de la pérdida y la fragilidad del amor, desnudándose hasta tal punto que sus destinos quedarán unidos para siempre en un canto común a la vida.
 
El texto se inspira directamente en el ataque terrorista del bar Pulse, pero La golondrina no habla sólo de ese atentado. En ella también resuenan las tragedias de la Sala Bataclan, de París, del paseo marítimo de Niza, de Las Ramblas de Barcelona… y trata de comprender el sinsentido del horror, las consecuencias del odio y las estrategias que utilizamos para que no nos destruyan el alma.
 
Cuando Amelia y Ramón se conocen, tienen dos caminos ante sí: pueden elegir odiarse o caminar juntos. Los dos tienen motivos para hacerse aún más daño del que han sufrido o reconocerse en el dolor del otro para no permitir que las bestias ganen.
 
De algún modo son como todos nosotros, porque ante un ataque indiscriminado todos somos víctimas, estuviéramos o no allí, y todos nos enfrentamos a la misma encrucijada: odio o amor. Nuestro mundo depende de la dirección que tomemos.
 
Una interrogante queda en el aire: ¿el ataque fue por una motivación homofóbica o simplemente porque allí se reunía un numero copioso de personas?
 
Alonso Íñiguez está a cargo de la dirección, Amelia es Margarita Sanz, Ramón es Alejandro Puente y Germán Bracco, quienes alternan funciones. Estarán en temporada en el Teatro Milán en Ciudad de México, del 2 al 30 de junio.