El Crack Francés esta de Vuelta en México (Crónica)

POR: JOSE MANUEL RACILLA

Minutos finales de partido final de la Euro 2016 entre Francia y Portugal. El hermoso Stade de France a las afueras de la aún mas bella ciudad de París como testigo, André Pierre Gignac recibe pase profundo y con facilidad descarada somete de un regate eléctrico al feroz Pepe, disparo dramático donde el balón se estrella en el poste y abandona el campo, el grito de gol se ahoga en millones de franceses, pero la gran interrogante sería: ¿si ese balón entra, el delantero de tigres seguiría en México?.

En el futbol mundial hemos tenido la oportunidad de admirar jugadores de todo tipo, el más rápido, el más técnico, el más potente o el más pensante. El maestro Juan Villoro en su libro “Dios es redondo”, lo comenta a su manera: la altura, complexión o peso de un jugador no condiciona el brillo de su talento. El mismo escritor mexicano explica como un chiquito y escurridizo Leonel Messi, un flaco y espigado Cruyff, un potente Ronaldo o un regordete y pequeño Maradona, buscaron la forma de sobresalir y brillar en la complicada y enorme jungla del futbol mundial, sin estereotipo, complexión, raza o nivel social.

Ahora bien, durante todo ese peregrinar futbolístico, y entrados en el futbol mexicano, cientos de futbolistas de diferentes características han tratado de incursionar en nuestros balompié, algunos buscando la estabilidad económica que nuestra liga puede presumir en el continente; pero de la misma forma podemos agradecer la llegada de grandes como: Carlos Reinoso, Miguel Marín, Cabinho, Álex Aguinaga, José Cardozo, ellos y a otros muchos que han llenado de magia nuestra liga y por qué no decirlo, buscando el puente al viejo continente.

Hoy nos toca admirar, por el tiempo que nuestro futbol lo permita, un regalo de magia del futbol a nuestra liga: André Pierre Gignac. Admirable verlo jugar cada fin de semana. Muchos tenían tenía dudas a su llegada, pues alguien con su cartel, capacidad y potencia física no es normal en nuestro futbol. Los aficionados de Tigres, y todo el futbol mexicano agradecen ese talento y  profesionalismo, pues la entrega y ese amor por sus colores son pocas veces vistas en un jugador de su calibre, y la exhibición el sábado en el estadio azteca ante en el América lo deja más que claro. 

 

Como persona se le nota feliz en Monterrey, querido, asombrado con su afición y con el nivel del futbol mexicano. Sabemos perfectamente que no es Europa, pero el francés ha logrado la estabilidad, tranquilidad y aceptación que nunca encontró en Francia, y eso nuestro futbol lo agradece sobremanera. Hoy todos los medios deportivos del país y de otras partes del mundo reconocen ese profesionalismo, calidad y la manera tan alegre la cual juega al futbol, enamora a la grada cada fin de semana y plasma como nadie la belleza del futbol, y el talento que el balompié le ha dado a sus piernas.

¿Qué gana más que todos? Sí, y nadie envuelto en nuestro futbol puede discutirlo. Queda claro que nadie en el mundo cuesta las cantidades groseras que se manejan en el mundo globalizado del balompié, pero si entramos en ese juego, ha justificado cada peso de su contratación apareciendo cuando su equipo necesita más de ese talento, cumpliendo con goles con su afición,  equipo, directiva y con nuestro futbol mexicano.

Hoy André Pierre Gignac se encuentra en la orbita del Barcelona y de los mejores equipos del planeta. Nadie puede negar que ha puesto de nuevo en el mapa al fútbol mexicano. Agradecer que con su presencia las jóvenes promesas y algunas falsas figuras mexicanas pueden saber que la humildad, profesionalismo y talento de una figura como la del francés hacen que lo consideremos un francés fuera de serie.