POR: JOSE MANUEL R. RACILLA

¡Bienvenidos!. Esto es América y su torneo, el romántico. He aquí, la plataforma de lanzamiento de las nuevas estrellas del balompié, aquellas que fueron forjadas en el barrio o el llano mismo, lodo y tierra antes de los verdes campos, el sueño de las juventudes, donde alguna vez los aplausos fueron el pago y las rodillas raspadas los trofeos mas preciados. Bienvenidos a América, tierra de barridas temerarias, la falta táctica, codos a granel y el choque feroz. El torneo forjador de hombres y campeones, estos que se alistan para un triunfo casi inminente al cruzar el océano. Bienvenidos al torneo de futbol mas más antiguo del planeta, al de los cien años de historia. Bienvenidos a la Copa América centenario.

Para fortuna nuestra y envidia europea, las figuras mas grandes del balompié mundial recorrieron  cada campo  del cono sur, no sin antes constatar lo antes dicho. Di Stefano, Pelé y Maradona probaron cada entrada, barrida y golpe sudamericano para después probar las mieles de la gloria. Sí, Sudamérica los forjó y esculpió, y al sumar su talento casi sobrenatural construyeron su leyenda, y para probarlo y crecer, México debía estar aquí.

Si existe un momento el cual la selección azteca dejó la comodidad centroamericana y cruzó la puerta a la competencia real y encarnizada fue aquel 15 de julio de 1993, Ecuador el país sede y la poderosa selección de Colombia como primer rival. Sin arbitrajes a favor, pagando de derecho de piso y derrota inobjetable, nuevamente bienvenidos, esto era Sudamérica. Después de eso, primera fase aceptable, se siguió con triunfo y empate, suficiente para avanzar a cuartos de final contra Perú, para posteriormente  vencer  a Ecuador, y finalizar con un golpe de realidad ante Gabriel Batistuta y la experimentada Albiceleste. Subcampeonato inesperado y gran aprendizaje. 

A pesar de lo antinatural que parezca, el torneo sudamericano por excelencia sale de sus tierras, y visita el norte del continente, nuevos protagonistas, mayor competencia y éxito económico asegurado. En escena, Lionel Messi, el mejor futbolista del planeta y su poderosa Argentina, un renovado Brasil en busca de revancha, Chile como campeón de América y comandados por Alexis Sánchez y Arturo Vidal, Uruguay con Luis Suárez como el mejor centro delantero del mundo junto a Edison Cavani como gran complemento, y Colombia con James Rodríguez y a seguir sumando. Esto es la Copa América, la de estrellas únicas, y competencia sin tregua, y hoy se encuentra más cerca de casa que nunca.     

Durante estos años de competencia, con par de subcampeonatos, algunos terceros lugares y excelentes momentos, México, el invitado eterno con respeto ganado a pulso tiene su gran oportunidad. Para muchos, la selección de Juan Carlos Osorio cuenta con la mejor camada de futbolista de la historia, opinión personalmente compartida.

Nunca una mejor oportunidad. El equipo azteca será local en cada estadio y cuidad donde se presente. El segundo país con mas mexicanos es el elegido y con esto se debe asumir el favoritismo con todas las de la ley. La camada más talentosa de todos los tiempos parece estar lista. Nombres sobran, Rafael Márquez, Andrés Guardado, Javier Hernández, Héctor Moreno, José de Jesús Corona, Héctor herrera, Miguel Layún y la lista sigue.  Jamás se estará más cerca, y todos en el medio lo sabe.  Saber el destino de esta selección es imposible, pero se debe tener conocimiento de la responsabilidad que representa la aparente localía. Esto es copa América, y si se piensa ganarla, será las mismas barridas temerarias, choques feroces y entradas sudamericanas, pues el talento ya está, lo demás que el futbol lo resuelva. Que sea un gran torneo.