Diversas versiones y rumores circulan al interior del ayuntamiento de Puebla capital, que si la reelección, que medio gabinete de la Alcaldesa va a competir en las urnas el próximo 6 de junio, que si va a ser la suplente o el operador número uno de Clau, la papa esta cada vez más caliente y todo esto no favorece a la actual municipe.

Sin duda tiempos electorales atípicos y políticos vivimos no solo por la compleja pandemia, sino también por que MORENA aún carece de certeza en sus procesos internos y en sus administraciones actuales, no obstante lo interesante es que no parece haber mesura o ajustes por reivindicar el pésimo camino andado por la alcaldesa Rivera Vivanco. No se trata de una percepción o de una opinión personal o colectiva, se trata de datos reales y antecedentes que desde propios y extraños observan, mismos que no favorecen al partido guinda.

La reelección de Rivera parece inminente y no solo por su discurso sino también por sus acciones que parecen estar acomodando para su salida, total el cochinito de los ahorros debe estar muy choncho. 

El próximo 20 de enero se llevará a cabo una sesión más de Cabildo, sin embargo esta es especial por que una serie de funcionarios públicos dejarán su cargo para ir por un hueso más grande, ni las encuestas, ataques, malas decisiones hacen que siquiera exista un acción contendiente que desmienta esa posibilidad, lo más curioso es que estos personajes dejan a la suerte y especulación un tema que solo se desgasta para el partido que encabeza el presidente de la República.

¿Será que la Srita Vivanco se atreva a siquiera pensar en reelección? ¿Quien ocupará su lugar? ¿Se verán bien tantos integrantes de su gabinete en las boleta? ¿Tendrá asesores? ¿Que tan malos son estos asesores? Interrogantes que se descubrirán en la próxima sesión de Cabildo que promete ser de pronóstico reservado.

Un tal Andrés Viveros que carece de transparencia en sus funciones y hasta en sus percepciones salariales por estar dado de alta como “asimilables”. Una mujer suplente intolerante que diambulaba por todo el palacio municipal y que estaba en la nómina sin tampoco saber que hacía en sus “horarios” imagínense ustedes, ¿quien podrá defendernos de semejante aberración?