La crisis de los cribados en Andalucía amenaza con traer cola. Este escándalo sanitario no solo ha puesto en peligro la vida de miles de mujeres —durante casi tres años, más de 2.000 con mamografías dudosas no fueron avisadas para repetir las pruebas y algunas terminaron desarrollando un tumor—, sino que también ha colocado en el punto de mira a las grandes estrategias poblacionales de prevención del cáncer. Y la resaca de esta sacudida a la imagen de una de las joyas de la sanidad pública puede ser dura. “Una de las cosas que preocupa es que situaciones de crisis como estas provoquen desconfianza en el sistema”, admite Laia Bruni, responsable del proyecto de cribado de cáncer de cérvix del Instituto Catalán de Oncología (ICO).
La resaca de la crisis de los cribados: de la confusión ciudadana al temor a que se frenen otros programas de detección del cáncer
Los expertos recuerdan que las estrategias poblacionales de detección temprana salvan vidas, pero el diseño ha de ser eficiente y la participación, elevada