El diagnóstico de una economía “estancada” descansa más en una lectura selectiva de indicadores y en señales anecdóticas que en un análisis macroeconómico integral. Si bien existen retos claros —particularmente en sectores expuestos al ciclo externo—, la evidencia disponible no es consistente con una narrativa de estancamiento generalizado ni de proximidad a una recesión.

Seguir leyendo