Durante décadas, el franquismo convirtió el deseo homosexual en delito, la intimidad en expediente psiquiátrico y la diferencia sexual en sinónimo de peligrosidad pública. Hubo redadas, centros de clasificación como el de Carabanchel y cárceles como la de Badajoz, donde se separaba a activos y pasivos, tras examinar la anatomía más íntima de los detenidos, para impedir cualquier posibilidad de penetración. Existieron colonias penitenciarias como la de Tefía, donde se encerraba a los invertidos que se atrevían a salirse de la norma. Y, ya casi en los setenta, algunos médicos se empeñaron en corregir la desviación a golpe de electroshock. Cuando el régimen empezó a resquebrajarse, esa violencia no se evaporó. Cambió de forma, se desplazó a nuevas instituciones y, pese a los avances legislativos, dejó una estela de miedo y silencio que se alargó hasta no hace tanto, si es que ya ha terminado.


Sexo en el franquismo
Manuel Espín Almuzara, 2025 352 páginas 23,95 euros
Sodomitas, vagas y maleantes
Mikel Herrán Planeta, 2025 384 páginas 19,90 euros
Obscenidad queer. Archivos eróticos en la España dictatorial
Javier Fernández Galeano Bellaterra, 2025 274 páginas 22 euros
Una luz tímida
Àfrica Alonso Seix Barral, 2024 440 páginas 21,90 euros
El látigo y la pluma. Homosexuales en la España de Franco
Fernando Olmeda Dos Bigotes, 2023 424 páginas 22,90 euros
Los elegidos
Nando López Destino, 2023 512 páginas 20,90 euros
Las locas en el archivo. Disidencia sexual bajo el franquismo
Geoffroy Huard y Javier Fernández Galeano (directores) Marcial Pons, 2023 480 páginas 35 euros