Aleida Argueta (29 años) se coloca en una esquina de su habitación blanca y habla frente a la cámara. Las personas que se distraen fácil no sufren por las intervenciones de colores o movimientos, y sus palabras parecen hipnóticas. Habla con autoridad, pero antes de que den ganas de moverse al siguiente video, porque no está en TikTok para ser seria, suelta una pregunta irónica o alguna grosería que mantiene a la audiencia ahí, con la mirada clavada, no da tiempo de aburrirse.

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