POR: CARLOS ORTEGA

Con un lleno total el juego de vuelta de la final del futbol, mexicano dio inicio el domingo 28 de mayo en la perla tapatía, los Tigres de Nuevo León llegaban como favoritos al haber remontado el marcador en el juego de ida.

Más de 48 mil espectadores se dieron cita para el desenlace de la final entre los dos equipos más poderosos del torneo, las Chivas con una alineación inmejorable, y los tigres de la misma manera auguraban un buen juego.

Las acciones del encuentro iniciaban bajo la presión de los Tigres que iban al frente, no obstante las Chivas lograban abatir a los felinos, un juego trabado en la media cancha ponía los nervios al límite en ambas bancas, sin embargo el Tamaulipeco Alan Pulido haría explotar las emociones al rematar un pase de cambio de juego que daría el primer tanto a los locales, la profecía de que el joven ex tigre pondría en aprietos a su ex equipo se cumplía, el conjunto felino solo lograba llegar con pocas oportunidades, así mismo lo hacia el rebaño que en otra jugada de rebotes, el Gallito Vázquez anotaría el segundo gol que pondría en aprietos a los de la Autónoma de Nuevo León, todo parecía en favor de los rojiblancos, ninguna jugada les salía a los felinos, desesperación y mucho contacto denotaba que los visitantes estaban frustrados en ese momento.

Para los últimos minutos del encuentro los jugadores de Almeyda mostraban seguridad solo que no podrían confiarse como lo hicieron en el juego de ida, aun así un disparo de Ismael Sosa daría esperanzas a los Regiomontanos, misma que se vería exterminada al pasar de los minutos, sin embargo una jugada polémica parecía podría haber cambiado el destino, misma que fue analizada y efectivamente hubo contacto de Pereira, acusación que sería después de haber marcado un fuera de lugar por lo tanto seria invalido el supuesto penal y los tigres perderían el título que hasta ese momento les pertenecía ya que el torneo pasado lo ganaron frente al América.