POR: CARLOS ORTEGA

La comisión disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol ha tenido últimamente mucho trabajo, tal parece que no les quedo de otra más que ponerse a trabajar, aunque en algunos casos se nota la preferencia, sobre todo por las sanciones que se registraron en Morelia y Veracruz.

El escandalo pasa de equipo en equipo y tal parece que la paridad es nula, primeramente por la sanción al estadio “Luis Pirata Fuente” donde se presentaron actos violentos e irracionales entre las porras o mejor señaladas como Barras de Tigres de la UANL y los Tiburones de Veracruz. La sanción a este vergonzoso echo fue de un solo partido, así mismo fue con la sanción de un partido para el estadio de Morelia Michoacán y la expulsión vitalicia del aficionado Fernando Bedolla Chávez quien arrojo un embace de cerveza familiar sobre el jugador Argentino Rubens Sambueza.

La sanción más fuerte al parecer si en comparación se refiere es para Jair Pereira quien el pasado domingo 26 de febrero en la visita a Chiapas fracturo la nariz de Jonathan Fabbro por lo que el equipo de la selva exigió sanción que se convirtió en la suspensión de dos juegos para el defensa rojiblanco, quien en contexto a esta penosa situación se presume está en la mira de un equipo Europeo, no obstante este suceso podría reducir su valor para el futbol mundial ya que la disciplina para el viejo continente es fundamental.