Patricia Martín, durante una prueba de levantamiento de piedras, en una imagen cedida.

Patricia Martín no pensaba ganar el campeonato de Euskadi. Su objetivo era hacer podio, poco más. Pero lo logró, y con ello llegó una avalancha inesperada de atención que, confiesa, la sobrepasó. “Hostia puta’, que lo he ganado”, recuerda aún con una mezcla de incredulidad y pudor. Lo dice sin restarle mérito, pero con la claridad de quien tiene los pies en el suelo: “En realidad, solo he ganado un campeonato. Es mi hobby”. Porque para ella levantar piedras —el deporte rural vasco por excelencia— es exactamente eso: una afición que se toma en serio, pero que nunca pretende competir con la responsabilidad que ocupa su vida profesional. En el hospital se pone la bata y todo cambia. Es cirujana plástica reconstructiva subespecializada en manos y responsable de la Unidad de Grandes Quemados del Hospital de Cruces (Bizkaia).

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Patricia Martín, en la Unidad de Quemados del Hospital de Cruces.Patricia Martín, durante el campeonato de Euskadi de levantamiento de piedras.