Nadie en el trail hace ascos a los aros olímpicos, pero la ecuación para entrar en el programa de unos Juegos tiene muchas incógnitas. Hay puntos a favor, como la creciente popularidad del deporte, cimentado en valores como cuidar la naturaleza, su abanico completo de generaciones, y el plan siempre atractivo de ponerse unas zapatillas, patear monte —el menú de distancias es amplio— y apartar unas horas la vista del móvil.
El trail quiere ser olímpico: el complejo reto de llevar a los Juegos las carreras de montaña
Sin una pirámide federativa, marcas y circuitos privados impulsan un camino que necesita un producto televisivo sólido y el apoyo de World Athletics