Simone Moro es un tipo con suerte. Lo dice su amplia biografía de alpinista y lo aseveran los cardiólogos que acaban de atenderle tras sufrir un infarto en Nepal, a 5.000 metros de altitud. “Lo normal es fallecer cuando sufres un infarto y no llegas a un hospital en el plazo máximo de seis horas. Solo una de cada 1.000 personas que llega más tarde, sobrevive, me ha explicado el equipo de cardiólogos del hospital de Bérgamo”, resume el italiano. Antes, Moro (58 años) fue trasladado a un centro médico de la capital, Katmandú, 24 horas después de notar un fuerte dolor en el pecho y en el brazo izquierdo el pasado 14 de diciembre, poco después de regresar al campo base tras pisar la cima del Mera Peak. Dicha ascensión debía haberle servido para aclimatar y afrontar de seguido el Manaslu invernal, en estilo alpino, junto a Nima Rinji y Oswald Rodrigo.

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